Como apasionada de la fauna salvaje con amplia experiencia en el estudio de las ardillas de todo el mundo, me entusiasma hablar de cómo estos animales se mantienen bien alimentados durante los duros meses de invierno. Resulta que la respuesta está en su dieta. Exploraremos qué comen las ardillas en invierno y cómo se mantienen durante esta difícil estación.
Las ardillas comen diversos alimentos para sobrevivir durante los meses de invierno. Su dieta consiste en
- Frutos secos, como bellotas y nueces de nogal
- Semillas de piñas, mazorcas de maíz, arbustos de bayas y cabezas de malas hierbas
- Fruta, como manzanas, peras y caquis
Resumen de las necesidades alimentarias de las ardillas en invierno
Durante el invierno, las ardillas ajustan su dieta para sobrevivir a las temperaturas más duras. Se alimentan de frutos secos, semillas y frutas disponibles en climas más fríos y adaptan sus necesidades nutricionales según las fuentes de alimento de su entorno. El reto para las ardillas que viven en climas fríos es equilibrar la ingesta de energía con el gasto.
A medida que bajan las temperaturas y cae la nieve, deben ingerir alimentos adicionales para mantenerse calientes y, al mismo tiempo, abastecerse de provisiones suficientes para sobrevivir a los periodos de hibernación. Comprender las necesidades dietéticas específicas de las ardillas durante estos meses gélidos puede ayudar a los amantes de los animales a cuidarlas adecuadamente cuando el sustento natural disponible en el exterior es reducido.
¿Qué comen las ardillas en invierno?
Los frutos secos, las semillas y las frutas constituyen una gran parte de la dieta de las ardillas durante los meses de invierno. Esto incluye las bellotas de los robles o nogales, así como las piñas de las coníferas, como los abetos. Los frutos secos aportan nutrientes esenciales, como grasas y proteínas, que son necesarios para la supervivencia durante las bajas temperaturas, cuando los niveles de actividad se reducen debido a la disminución de las horas de luz y a la llegada de días más fríos.
Además, las nueces pueden encontrarse enterradas bajo la tierra o la hojarasca, proporcionando un suministro constante de reservas energéticas según la ubicación disponible cerca de hierbas o arbustos próximos a tu casa o patio. Frutas como las manzanas, las bayas (sobre todo los arándanos), los caquis, las peras, las ciruelas, los albaricoques, las fresas, las frambuesas y las moras pueden verse a menudo escondidas bajo las ramas de los árboles o esparcidas alrededor de los comederos de pájaros, proporcionando tentempiés ocasionales durante los momentos de actividad al aire libre en busca de posibles parejas o recursos, al tiempo que evitan a los depredadores potenciales que acechan cerca.
Frutos secos, semillas y frutas
Las ardillas son criaturas ingeniosas con un don para conseguir comida durante los meses de invierno, cuando las fuentes de alimentos pueden escasear. Por suerte, ¡les encanta picar frutos secos, semillas y frutas! La dieta típica de las ardillas incluye bellotas, nueces, avellanas y piñones. También les gustan las semillas de girasol, los cacahuetes y otros frutos secos. Además, a finales del verano las ardillas se deleitan con manzanas, ciruelas y algunas bayas.
Para mantenerse alimentadas durante los fríos meses de invierno, las ardillas suelen esconder sus tentempiés favoritos alrededor de sus casas o los entierran en escondites especiales hasta que los necesitan. Gracias a esta inteligente estrategia, rara vez tienen dificultades para encontrar sustento, ¡incluso durante los descensos de temperatura más duros!
Necesidades nutricionales para sobrevivir en la naturaleza durante los meses de invierno
Para sobrevivir a los meses de invierno, las ardillas deben asegurarse de que su dieta sea equilibrada, con suficientes fuentes de alimentos ricos en energía para mantenerse durante los periodos de hibernación y frío. Además de proporcionarles sustento, una dieta invernal completa debe aportarles también una variedad de vitaminas y minerales esenciales.
Las ardillas necesitan cierta cantidad de grasa en su dieta, además de proteínas. Los frutos secos, las semillas, las frutas y las verduras son fuentes importantes de grasas y proteínas alimentarias para las ardillas durante el invierno. Aunque algunas comen bayas secas o frutos secos que han almacenado durante los meses de verano, gran parte de la dieta de las ardillas sigue consistiendo en carroñear o alimentarse de larvas de insectos que encuentran bajo la corteza de los árboles.
Equilibrar la ingesta y el gasto de energía
Las ardillas deben buscar fuentes de alimento para mantener el equilibrio entre la ingesta y el gasto de energía durante los meses de invierno. Dependen de sus reservas de grasa almacenada para su sustento, además de comer bellotas, nueces, hongos, insectos, frutas y flores. Además, es importante que las ardillas se mantengan físicamente activas durante la estación fría para evitar volverse demasiado sedentarias y conservar energía en su organismo.
“Almacenar” provisiones para la hibernación invernal
El proceso de almacenar provisiones antes de entrar en hibernación suele denominarse “esconderlas”. Puede consistir en esconder comida extra en casa o en el vecindario, como enterrar nueces en pequeños agujeros alrededor de los árboles o dejar objetos en zonas donde se reúnen especies como las ardillas grises.
Proporcionar un entorno ideal para el almacenamiento de alimentos requiere cumplir dos criterios clave: protección frente a los depredadores y aislamiento frente a las fluctuaciones ambientales, como los cambios de temperatura. Con este fin, las ardillas grises suelen elegir cavidades naturales, como huecos y troncos de árboles, que ofrecen un amplio espacio para guardar estas preciadas provisiones.
Trucos y consejos para mantener alimentadas a las ardillas durante el invierno
Además de proporcionar semillas o golosinas especiales en los comederos para pájaros a lo largo de cada estación, hay otras estrategias prácticas que pueden utilizar los propietarios de viviendas que deseen mantener las poblaciones de animales salvajes. Las trampas, tanto las trampas vivas colocadas en el exterior como las tradicionales trampas rápidas colocadas en el interior de las viviendas, constituyen una forma eficaz de capturar roedores sin causarles daños. Siempre que se tomen las debidas precauciones de seguridad al manipular los animales atrapados, suele considerarse un método aceptable para controlar las poblaciones de plagas.
- Coloca comederos cerca de los árboles – Ofrece una mezcla de semillas en comederos tipo tolva situados cerca de los árboles, si es posible. Dado que la cubierta de los árboles desempeña un papel importante para que las ardillas se sientan seguras mientras comen, al permitirles un rápido acceso de vuelta a las ramas cuando aparece el peligro, esto les proporciona una ubicación ideal a la hora de comer.
- Fomenta el comportamiento natural de búsqueda de comida – Complementar la dieta de los pájaros comederos con fruta fresca, verduras y mantequilla de cacahuete puede atraer a los animales salvajes lo bastante cerca como para que los propietarios puedan observarlos más de cerca, lo que permite comprender cómo se comportan de forma natural.
- Técnicas de jardinería respetuosas con la fauna – Instalar plantas autóctonas aporta un valor adicional más allá de la estética, porque no sólo atraen a más polinizadores, sino que las distintas variedades también ofrecen bellotas que pueden enriquecer las actividades de tu jardín con tentadores alimentos de temporada, como mazorcas de maíz mezcladas con cacahuetes.
Prepararse para el invierno: Almacenar provisiones de comida
A medida que se acerca el invierno, las ardillas adoptan una serie de complicados comportamientos de recolección de recursos para asegurarse de tener suficiente comida cuando llegue el frío. Esto incluye comprender sus propias necesidades nutricionales y abastecerse de provisiones que les duren durante los meses más fríos. Para sobrevivir durante el invierno, es esencial que las ardillas tengan suficiente comida almacenada.
Uno de los elementos más importantes de la preparación para el invierno es comprender las distintas formas que tienen las ardillas de almacenar comida para su uso posterior. Las ardillas son expertas acaparadoras y pasan mucho tiempo excavando y enterrando diversos tipos de frutos secos y semillas -lo que se conoce como “acaparamiento disperso”- en su hábitat. Esto les permite acceder a los alijos enterrados cuando las fuentes de alimento son escasas o de difícil acceso.
Comprender los hábitos invernales de la ardilla para acumular escondites
Los comportamientos de acaparamiento varían según la especie, pero todos consisten en reunir más recursos de los necesarios, de modo que puedan guardar algunos para momentos posteriores de necesidad. Por ejemplo, las ardillas rojas recogen grandes cantidades de frutos secos durante el verano, que entierran en varios lugares a lo largo del otoño, antes de iniciar la hibernación en diciembre.
Otros animales, como las ardillas grises, practican el “acaparamiento de despensa” encontrando escondites donde almacenan grandes cantidades de comida para no tener que ir y venir constantemente entre los árboles y los escondites mientras rebuscan el sustento. Tanto las técnicas de acaparamiento disperso como las de acaparamiento en la despensa se utilizan como medios para reducir el gasto de energía, al tiempo que garantizan que siempre haya un suministro disponible en caso de que las condiciones empeoren.
Dado que algunos depredadores de mayor tamaño consideran que los escondites enterrados son comidas potenciales, debe pensarse cuidadosamente dónde se ubicarán estos escondites, de modo que se garantice la seguridad frente a otros animales siempre que sea posible. En concreto, las ardillas grises buscan espacios muy reducidos con múltiples salidas, ya que esto puede proporcionarles más protección frente a los depredadores en su camino de salida tras recuperar los bienes ocultos.
Además de evitar el riesgo de depredación por amenazas externas, también es beneficioso para los propios carroñeros que sus despensas pasen desapercibidas para los demás, ya que la competencia podría causar graves consecuencias debido a la escasez de suministros durante el invierno.
La importancia de almacenar la comida en un lugar seguro y protegido
Almacenar la comida en un lugar seguro y protegido es esencial para que cualquier ardilla sobreviva al invierno. No sólo les ayudará a satisfacer sus necesidades energéticas, sino que las protegerá de los depredadores hambrientos que puedan invadir su territorio. Una buena estrategia sería almacenar la comida en lugares altos, como árboles o matorrales, donde los roedores no puedan acceder fácilmente. Además, mantener las provisiones de comida secas y alejadas de la nieve será clave para mantener su calidad y ayudar a conservar su valor nutritivo durante los meses más fríos.
Tácticas de “acaparamiento disperso”: enterrar y almacenar comida en un área como plan de reserva.
Las ardillas despliegan diversas tácticas de “acaparamiento disperso” para mantenerse bien alimentadas durante el invierno. Estas estrategias consisten en enterrar y almacenar comida en distintos lugares de una zona como plan de reserva. Este método les permite localizar rápidamente la comida cuando la necesitan, garantizando que no pasen hambre en condiciones climáticas adversas.
Conclusión
En general, está claro que las ardillas tienen muchas estrategias, como almacenar y buscar distintas fuentes de alimento que les ayuden a pasar el invierno. Con una gran variedad de opciones, desde frutos secos y semillas hasta setas y corteza, según la especie y la región, las ardillas están bastante bien equipadas para hacer frente a las temperaturas más frías. Aunque hay algunas fuentes de alimento que pueden ser más difíciles de conseguir en esta época del año, si las ardillas se aprovisionan con suficiente antelación y trabajan lo suficiente no pasarán hambre.
Saber qué comen las ardillas en invierno es clave para comprender su comportamiento. Si disponen de una variedad de opciones, podrán sobrevivir fácilmente hasta que llegue la primavera y puedan empezar a recolectar comida de nuevo. Se cree que utilizando estos métodos juntos es como las ardillas salvajes o incluso las domesticadas consiguen mantenerse bien alimentadas durante los meses más fríos.
También te puede interesar leer